Miguel.
Cocinero de 53 años y ex-dueño de un Restaurante de Mariscos en Los Mochis, Sinaloa. Hace dos años que vive en la calle, en el corredor de Regina del Centro Histórico del D.F. Su esposa lo engañó y, Miguel, para no lastimarla con la gran ira que sintió, prefirió irse de su casa y su ciudad, dejando absolutamente todo.
Tiene dos hijos adolescentes , se siente tranquilo, que el Restaurante ahora lo atienden sus padres, quienes ven por sus hijos. Miguel les llama de vez cuando y, piensa en un futuro no muy lejano regresar a su casa, ya que no tenga coraje y no quiera lastimar a su esposa.
Actualmente, junta cartones y los vende, con ese dinero, es como se mantiene comiendo algún taco diario y, por último, se siente orgulloso de no haber pedido ayuda económica.
Abraham.
Artesano Oaxaqueño de 38 años. Viene seguido a Cuidad de Mexico a entregar trabajos y, su idea inicial es sólo pasar una noche y regresar a Oaxaca. Ahora, no ha podido regresar, pues ahora hasta golpeado anda y no sabe que hacer, pero no le preocupa porque vuelve a trabajar y se levanta, así que el vivir en la calle para él, es sólo por temporadas.
Omar.
Albañil de la Huasteca. Por su estado, no supo especificarme de que Huasteca provenía, lo que sí me pudo contar es que llegó a la Capital para trabajar pero no encontró al amigo que le invitó así que, lleva 3 meses aquí, sin conseguir trabajo y no ha podido juntar dinero para regresarse.
Celia.
Tiene 57 años y anteriormente vivía en Nezahualcoyotl. Cuenta que ahora, prefiere dormir al pie del negocio para no llegar tarde pues leva las cuentas de esté y otros negocios del Centro de la Ciudad. No tiene familia, más que un hermano que hace mucho tiempo no sabe de él.
Eli y Daniel.
De 24 y 22 años, respectivamente. Son pareja hace una año. Se conocieron por el rumbo y ahora duermen cerca del Metro Revolución y a diario, van al Centro de la Ciudad a juntar latas de refresco para vender. Son felices, quieren casarse y tener hijos.
